Se decía que donde pisaba Atila, ya no volvía a crecer la hierba.
Una de las mayores preocupaciones que debe de tener una compañía de explotación ferroviaria es el mantenimiento, bueno, menos en Huesca, que de eso ya se encargará la Providencia. La vía está colocada encima de las traviesas y estas a su vez están sobre el balasto, el cual debe de ser permeable, para poder evacuar adecuadamente el agua que pudiera caerle encima. Pero, claro, si regamos el terreno, nos nacen plantas, hierbas, etc. por lo tanto se deben de eliminar dichas plantas que pueden provocar problemas de diversa índole.
Antiguamente, dos veces al año, se debían de arrancar dichas planta y este trabajo se hacía manualmente, por lo tanto era un trabajo arduo y pesado, constando excesivo tiempo y dinero, no obteniendo resultados verdaderamente óptimos. En España hasta el año 1936 se fueron realizando pruebas diversas para eliminar dichas plantas, se probó con agua marina, con una solución de clorato de sodio, debiendo de abandonar estas pruebas, por motivo de la Guerra Civil Española. En 1954, se volvió a retomar el tema y se miró lo que se hacía en Francia, ya que la SNCF, fue pionera en la investigación de dicho problema y de como solucionarlo de un modo eficiente, siendo en 1959 cuando Renfe adquirió maquinaria de vía para su tren herbicida.
El citado tren estaba compuesto de varios vagones:
- 1 vagón vivienda
- 1 vagón taller, que era donde se realizaban las mezclas del líquido a fumigar
- 1 vagón almacén
- 1 furgón
y luego varios vagones para transportar líquidos, (tres de agua, 4 de clorato, y 1 de Weedex (sustancia herbicida)).
El Clorato era suministrado por Energía e Industrias Aragonesas, S.A. (Sabiñanigo).
El Weedex, era suministrado por Supram, S.A. (Barcelona)
Con respecto al agua, el problema no era excesivamente grande, ya que en esa época existían aguadas distribuidas por varios puntos de la península ibérica.
Este tren estuvo trabajando hasta el año 1994, año en que se retiró de circulación.
Al coche taller llegaban las mangueras de las diferentes cisternas y desde aqui se hacñia la mezcla adecuada para el tipo de hierbas a fumigar, por lo tanto el coche más importante de toda la composición era este coche-taller.
Por cierto el nombre de este tren herbicida, obviamente era "ATILA"
No hay comentarios:
Publicar un comentario