En la época de los tiempos duros del ferrocarril, se contrataban matrimonios. La tarea que se designaba al marido era la comprobación de la línea de ferrocarril asignada, que eran varios kilómetros, su trabajo consistía en recorrer dicho tramo y comprobar que todo estaba correcto, si había algún pequeño desperfecto, lo tenían que arreglar y si era grande lo comunicaban para que fuera solventado, era tal la responsabilidad que tenían que en caso de que ocurriera algún accidente, si era debido a algún problema en la línea, se le repercutía al trabajador en su nómina. Mientras tanto la mujer era la encargada del paso a nivel. El matrimonio vivía en "la casilla", solían tener dos edificios, uno muy pequeño donde esperaban al tren y tenían el teléfono de comunicación, se hallaba junto a la vía del tren, y otro más grande y algo más alejado de la vía que era la viviendo de este matrimonio. Os dejo unas fotos de una casilla de Huesca.
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